La contactología se dedica al estudio de la compensación óptica o refractiva del ojo mediante la adaptación de lentes de contacto de diferentes materiales y diseños.
Existen de dos tipos de lentes: de contacto blandas, los cuales incluyen los desechables, terapéuticos y de uso prolongado; y semirrígidas o permeables al gas, de uso diurno o nocturno.
Es vital realizarse un examen con el optómetra antes de usar cualquier tipo de lentes de contacto debido a que se sitúan sobre la córnea, de manera que la potencia de los lentes puede cambiar.
Existe un porcentaje de pacientes que no pueden usarlas por deficiencias en la habilidad de manejo, superficie ocular alterada o rechazo por mal uso.
Los lentes de contacto son una alternativa que tienen diversos beneficios como mejor visión, comodidad, calidad de vida, corrección de errores de refracción, libertad de movimientos, entre otros. En resumen, los lentes de contacto sirven para casi todos los problemas de visión.